Vivo en Braojos de la Sierra , que es un pueblo de la sierra norte de Madrid.
Aquí crecen muchas plantas que seguro que ya conocéis. Y de estas plantas libamos el pólen a partir de cual fabricamos la miel.
El color de la miel depende de la época de libación. La miel es más clara en primavera y más oscura en otoño.
Esta es la despensa de plantas a la que voy a comer para fabricar mi miel
Zarzamora
Florece entre la primavera y el verano. Fructifica más bien hacia el final del verano, dependiendo de la zona.
Cantueso
Su floración empieza en marzo y dura hasta mayo. Son de color morado y su tamaño es bastante pequeño.
Retama
Florece y fructifica desde principios de la primavera hasta principios del verano.
Jara
Sus flores salen de abril a mayo. Sus hojas son muy pegajosas debido al ládano que es una especie de resina que refleja los rayos solares.
Roble
Florece entre abril y mayo y su fruto, las bellotas, maduran en otoño entre octubre y noviembre.
Brezo
Florece a finales de otoño y dura todo el invierno. En zonas frías puede llegar a florecer durante casi todo el año.
¿Adivinas cual de los dos tipos de miel es el más dulce, la clara o la oscura?
Ahí va la respuesta
En primavera hay muuuchas flores 
por todas partes 
y su néctar tiene mucho azúcar. Gracias a esta abundancia de azúcar, la miel que fabricamos es más clara y su textura más espesa.
En otoño las plantas pierdes sus flores y las abejas en vez libar su néctar, libamos el azúcar que queda en la corteza y las hojas de los árboles, que se llama mielato. Por eso la miel del otoño es más oscura y al tener menos azúcar su textura es más líquida.
La colmena es mi casa y aquí os explico cómo es:
Tiene una puerta de entrada y salida que se llama piquera , un techo y unas paredes interiores que dividen a la colmena en pequeños habitáculos, celdillas ó huecos hexagonales, que sirven para almacenar nuestros productos y otras que sirven de cuna para el nacimiento de nuevas abejas.
¿Sabías que el tamaño de la puerta es diferente en primavera que en otoño?
En primavera ya hace calorcito y el apicultor amplía la entrada para que podamos salir más. Hay mucho trabajo por hacer.
En otoño ya empieza el frío y el apicultor reduce la abertura de la puerta para evitar que baje la temperatura de nuestra casa.
